Larala : Saliendo de la rutina

Vaya entradita la de marzo…

No hemos parado: que si virus infantiles, que si me quitan dos muelas y me sale un huevo en la cara que asusta, que si más virus infantiles, compromisos familiares… un no parar!
Quiero ser positiva y pensar que esta racha concentrada de contratiempos ha sido una forma de adelantar “faena”… osease, que en un tiempo tenemos que estar tranquilos sí o sí! (o eso espero jajajaja)

Pero como no hay mal que por bien no venga, he aprovechado los findes sitiados en casa para adelantar cosas pendientes, que os iré enseñando en breve.
De momento os adelanto una de ellas:

Si hacéis memoria, en instagram os dije que empezaba a tejer el Saroyan. No sé cómo definirlo: bufanda? chal?

Ha sido un placer tejerlo. Ha sido la típica labor comodín, o al menos así le llamo yo: se teje a ratitos, no hace falta estar súper concentrada, y se avanza súper rápido. Además es lo primero que he tejido con lana malabrigo. Si por mi fuera lo tejería todo con esta lana! que preciosura de colores, de tacto… Es una lana 100% natural teñida a mano, de ahí que veáis variaciones de color. Es como tejer una nube, de verdad, un placer!

Empecé a tejerlo porque una de las chicas a las que hace poco vicié al mundo tejeril, me dijo que ya estaba harta de tejer gorros y bufandas, que siempre era lo mismo. Así que me puse a buscar algo que le motivara un poco, y para que de paso aprendiera algo nuevo. Cuando di con el Saroyan, ni me lo pensé!: patrón sencillo, resultón e ideal para aprender a aumentar y disminuir y a hacer calados casi sin darte cuenta.

Como el patrón se va repitiendo a lo largo de la labor, acabas integrando muy bien todos los nuevos puntos.

Es ideal para hacerlo con la lana que quieras, admite todo tipo de lana, algodón, acrílico, … lo que sea. Y tampoco importa el tamaño de las agujas. Solo tienes que escoger una lana bonita y ponerte a tejer.